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maderas del otoño

Acerca de

Cristofer Ramón Pérez

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Me considero como ser consiente dotado de una cualidad única la capacidad de cambiar. Mis vivencias me hicieron darme cuenta de que no estamos encerrados en una trayectoria inmutable dictada por los errores y triunfos del pasado, soy una posibilidad, mi esencia es dinámica, no estática. No soy un punto fijo si no un constante flujo de elecciones y experiencias.

 

Esto quiere decir que cada momento presente es una oportunidad para moldear mi identidad y mi destino. En cada instante puedo elegir ser algo distinto a lo que hemos sido, si he cometido errores, si he errado mi camino, siempre hay espacio para cambiar y crecer. Mientras haya posibilidad de vida hay posibilidad de redención.

 

Crecí con dos frases que no dejan de sonar en mi cabeza de que, si no estás haciendo algo productivo o de provecho ¨no estas haciendo nada¨, la otra es una que me asegura que mucho me la han dicho es ¨tienes que madurar¨, ponte serio en la vida y no estoy diciendo que es malo o que no quiero simplemente que nadie ve la otra cara de la moneda es que ¨madurar¨ como una frase o una palabra, hoy en día se utiliza más que para humillar, pero hoy en día las personas me han hecho saber que la madurez no llega con la edad, hay gente vieja muy estúpida.

El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio. A veces duele ser corregido cuesta aceptar que no siempre tenemos la razón, pero quien abraza la corrección abre también la puerta al crecimiento, la disciplina no es castigo es amor en forma de dirección, es el llamado ser mejores, aunque a veces duela reconocerlo, rechazar la corrección es rechazar la oportunidad de crecer, es preferir la comodidad a la sabiduría, pero quien la acepta cueste lo que cueste camina hacia una vida de propósito y verdad.

Cristofer

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